Este jardín es, para muchos, el espacio botánico más fascinante de Galicia por su extraordinaria diversidad y riqueza en flora ornamental así como por su valor botánico y paisajístico. Forma parte del Pazo de Santa Cruz de Ribadulla, cuya historia se remonta al siglo XVI. Las primeras citas sobre sus “camellias viejas” dan pie a que fueron plantadas probablemente de 1780 a 1820.
Desde el punto de vista botánico, lo más importante de la propiedad es el conjunto de árboles monumentales que reúne, entre los que destacan especialmente los paseos de camelias (Camellia), olivos (Olea europaea), boj (Buxus sempervirens), gigantescas magnolias (Magnolia grandiflora), el helecho australiano (Dicksonia antarctica), la criptomeria (Cryptomeria japonica), los tulipaneros de Virginia (Liriodendron tulipifera), el ombú (Phytolacca dioica), el roble piramidal (Quercus Robur var. Fastigiata), las palmeras Washingtonia (Washingtonia robusta), así como un naranjo que recuerda las antiguas plantaciones de cítricos de finca.
Horarios de visita (podría ser que no estén actualizados):
Propiedad privada a la que se puede acceder para visitar los jardines en los siguientes horarios:
- Invierno: Lunes a sábado de 10:00 a 13:00 y de 15:00 a 18:00 h.
- Verano: Lunes a sábado de 10:00 a 13:00 y de 15:00 a 19:00 h.
- Domingos y festivos: sólo por la tarde.
La última visita empezará media hora antes del cierre.
Tarifas (podría ser que no estén acutalizadas):
Entrada gratuita: Lunes de 10 a 13 h.
Entrada general: 4 €
Entrada para grupos (hasta 50 personas): 2,50 € / persona
Web del pazo: www.pazoderivadulla.com
Propuesta de ruta
Ruta dos muíños de Vedra
Esta ruta circular nos lleva a través del bosque por estrechos caminos rodeados de vegetación y cascadas que con su melodía hacen más grato el caminar. Recorre un conjunto etnográfico formado por varios molinos en buen estado de conservación que siguen el curso del río de Merín y nos da idea de la importancia que la agricultura tuvo en la economía y el fuerte vínculo que liga por siempre esta tierra al agua.
Kommentare