Cuando nos acerquemos nos daremos cuenta de la majestuosidad y de la belleza que emite este singular cenobio. Una magnífica iglesia barroca y los restos de lo que en su día fue un importantísimo monasterio de orígenes románicos.
Se cuenta que el monasterio de Santa María de Monfero fue fundado, al igual que el cercano Monasterio de San Xoan de Caaveiro, por San Rosendo en el siglo X, aunque al poco fue destruído por las invasiones normandas.
Las primeras documentaciones escritas datan del año 1135 y pocos años después se incorpora a la orden del Cister. Es en el siglo XIII cuando se lanzan a la fama los códices y el arte de sus escribanos. A partir de este momento el monasterio empieza a crecer gracias a las donaciones recibidas. Es aquí cuando comienza la historia de enfrentamientos y asesinatos, como la muerte de su abad en un camino próximo en el siglo XV o el asesinato de dos clérigos a la puerta del monasterio. A partir del año 1506 pasa a formar parte de la Congregación de Castilla.
A partir de aquí comienza la decadencia del cenobio al igual que el de casi todos los monasterios gallegos, debido a la presión de los nuevos señores feudales que acaparaban todo el poder y la riqueza de las comarcas. La desamortización de Mendizábal acabó por terminar el poco poder con el que contaba el monasterio. En el año 1835 se abandona definitivamente.
El monasterio fue creado a partir de los fundamentos románicos de su época, pero en el siglo XVII (1622-1656) se derriba la antigua iglesia y se construye la actual, en estilo barroco que combina la piedra con pizarra y que nos muestra un aspecto característico ajedrezado.
En la iglesia destacan las cuatro enormes columnas y las dos pilastras con capiteles corintios. Aunque sólo existe una torre, se cree que el proyecto original contaba con dos. La iglesia es de planta de cruz latina de una sola nave
A partir del siglo XIX el monasterio fue pasto de saqueos y robos que acabaron con la riqueza artística. Cinco rayos cayeron durante los siglos XVII-XIX que destrozaron parte de los muros y dependencias monacales.
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